Las placas solares: ¿una inversión inteligente o arriesgada?




En un mundo cada vez más preocupado por el cambio climático y el bienestar del planeta en el que vivimos, la búsqueda de una energía sostenible ha aumentado notablemente, y parece que las placas solares están siendo la principal solución a esto para muchos de nosotros. La energía solar fotovoltaica, con un incremento de 191.000.000 kw, representó casi la totalidad del incremento de la electricidad solar en 2022. La potencia instalada en todo el mundo en equipos y centrales de energía solar creció un 22% ese mismo año respecto al anterior, superando el aumento interanual conseguido en instalaciones de energía eólica, que fue el 9%. Estas instalaciones prometen un notable ahorro y una alternativa sostenible a los métodos tradicionales de generación energética, aunque, como cualquier tecnología, las placas solares no están exentas de desafíos.  

 

El despliegue de placas solares ofrece una serie de ventajas significativas que van más allá de simplemente generar electricidad.

- Reducción de costes a medio / largo plazo.

- Ahorros significativos en las facturas de electricidad.

- Poco mantenimiento; basta con dos o tres limpiezas y revisiones anuales, lo que contrasta con la necesidad de mantenimiento continuo de otras formas de generación de energía. 

 

Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), una vivienda promedio en España que instala un sistema solar fotovoltaico podría ahorrar entre el 40% y el 60% de su factura eléctrica. Esto se traduce en una reducción anual de entre 300 y 600 euros en la factura. 

 

A nivel fiscal, las placas solares ofrecen incentivos significativos como la deducción del 20% en el IRPF para obras realizadas antes del 31 de diciembre de 2024, junto con los beneficios en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que permite una deducción del 50% entre 3 y 5 años, y la posibilidad de deducir hasta el 5% del coste de la instalación en el Impuesto de Sociedades, proporcionan un importante impulso adicional para la adopción de esta tecnología.


Sin embargo, a pesar de sus numerosas ventajas, las placas solares también enfrentan desafíos significativos:

- Gran impacto ambiental que puede tener su proceso de fabricación debido a la extracción de materiales como el silicio, y el uso de productos químicos durante la producción; una práctica bastante contaminante que agota fácilmente muchos recursos naturales, contrarrestando parte de su beneficio ambiental durante su ciclo de vida completo. 

- La intermitencia y variabilidad de la luz solar plantean desafíos en términos de estabilidad del suministro eléctrico. 

- La potencia de las placas solares no es ilimitada y en comparación con otras fuentes de energía, su potencia es relativamente baja (la potencia media entre los paneles solares por hora oscila entre 0,25 kw y 0,3 kw de energía) y su eficiencia depende de muchos factores, como la inclinación del techo, la orientación, la sombra, la limpieza…

 

Y aquí no se acaban los inconvenientes, sino que fiscalmente también es importante destacar los más importantes, como el aumento de los impuestos a la propiedad, ya que la instalación de paneles solares es considerada una mejora que aumenta el valor de la propiedad. Además, la inversión inicial requerida para la instalación de placas solares puede ser prohibitivamente alta para muchos consumidores, con costos que oscilan entre los 3.000 y 12.000 euros.  

 

Para entender mejor la viabilidad y las implicaciones de instalar placas solares, hemos llevado a cabo una análisis que incluye opiniones de siete usuarios de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) para así poder evaluar mejor si la instalación de placas solares es una opción recomendable o no. De estos usuarios, cuatro de ellos no recomiendan los paneles solares ya que sus promesas económicas no se han hecho realidad. Nos han hecho saber que las empresas van “cambiando las reglas de su juego”, que las horas solares están muy mal pagadas, que los excedentes nunca les han sido pagados y aunque todo esto lo reclamen, las empresas culpan a las distribuidoras o bien no les dicen nada al respecto. En cambio, los tres usuarios restantes, valoran favorablemente su experiencia con las placas solares, ya que nos cuentan que desde su instalación, que fue muy rápida, su consumo ha bajado de 0,015 kw a 0,005 kw y sus facturas son aproximadamente un 60% más bajas que anteriormente.  

 

Por otro lado, si la instalación de paneles solares parece una buena opción, es crucial examinar de cerca las promesas de las empresas instaladoras, ya que muchas de ellas, aunque parezcan tentadoras, pueden resultar ser exageradas. Se suelen ofrecer plazos de recuperación cortos (de 4 a 7 años) para amortizar la inversión inicial en placas solares, y sin embargo, estos normalmente son poco realistas, ya que no tienen en cuenta todos los costes involucrados. También es común que algunas empresas omitan o minimizen ciertos costes asociados con la instalación y mantenimiento, como costes de garantía, seguros, permisos, reparaciones, etc. Seguidamente, hay que saber que un presupuesto muy bajo (entre 3.000 y 4.000 euros) es sinónimo del uso de materiales de poca calidad o una instalación deficiente y que la idea de que como más placas, mayores beneficios, es totalmente falsa, ya que esto depende de la ubicación, la eficiencia y el consumo de energía, pero no del número de paneles solares instalados.

 

Por último, es recomendable tener en cuenta la instalación de baterías virtuales (aproximadamente 1,8 €/mes sin impuestos, o 2,178 €/mes con impuestos del 21% de IVA), ya que se han convertido en un gran potenciador del ahorro energético que generan las placas solares. Para entender mejor su función, podemos referirnos a ellas como “monederos virtuales”, porque almacenan el excedente energético en euros y no en kWh para así poder descontarlo de tu factura en los meses que esto sea necesario. 

 

Al considerar la instalación de placas solares, es crucial mantener una perspectiva crítica y equilibrada. Es totalmente cierto que existen muchos beneficios notables, pero es fundamental no dejarse llevar por promesas exageradas y estar bien informado antes de llevar a cabo la instalación para así garantizar el cumplimiento de los objetivos de la instalación. Además, es de gran importancia considerar el impacto ambiental total de la tecnología solar, desde la fabricación hasta su ciclo de vida completo, para tener una comprensión completa de su sostenibilidad a largo plazo.

 

 

 

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