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Nuevos peajes de gas

Actualizado: 29 oct

A partir del 1 de octubre de 2021 entrará en vigor la Circular 6/2020, la nueva normativa para calcular el precio que deben pagar los consumidores para cubrir los costes regulados del gas.


Este ha sido un año de grandes cambios para el mercado de la energía: ya en junio se modificaron los costes regulados del mercado de la luz. Cuatro meses más tarde será el turno para las tarifas de gas.

Los nuevos precios y costes regulados vendrán marcados por el Gobierno y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).


De nuevo, estas directrices buscan situar a España en línea con los requerimientos de la Unión Europea, que exige favorecer la gestión de la demanda y el ahorro energético mediante un reparto de los peajes más eficiente. También se llevará a cabo una reasignación de las competencias, para equilibrar el desajuste actual entre lo recolectado por las comercializadoras y los costes estructurales. Finalmente, el mercado gasista tendrá que repartir la retribución de las energías renovables, hasta ahora soportada casi en su totalidad por el sector eléctrico.



Y, ¿Cómo afectarán estos cambios al cliente?


Para empezar, el nuevo sistema de peajes segmentará a los clientes en función de su consumo, y no de la presión (a excepción de algunas tarifas de media presión, como la RL.5, la RL.6 y la RL.7). La asignación a los grupos tarifarios se llevará a cabo en función del consumo registrado por el usuario desde el 1 de julio de 2020 hasta el 30 de junio de 2021, y será competencia de la distribuidora. Asimismo, el nuevo año de gas empezará en octubre y terminará en septiembre, momento en el que se volverá a comprobar que cada cliente está en el peaje que le corresponde dependiendo de su consumo anual.

El sistema pasará a tener hasta 11 rangos de consumo para mayor variedad y precisión a la hora de asignar cada tarifa. Además, estos nuevos peajes se van a ir abaratando progresivamente.


Gracias a una redistribución de los costes de transporte de la materia prima, las comercializadoras asumirán una carga mayor. Se prevé que para el 2025 ya estén costeando el 50% de los peajes de salida, frente al 30% que asumen ahora en detrimento del consumidor final. Es por ello que, por esta parte, el precio de la factura del gas tendrá una tendencia a la baja. Se prevé que para 2025 los peajes de acceso a la red de transporte serán un 9% más baratos, y los peajes de acceso a las redes locales un 4%.

Sin embargo, habrá que añadir un coste en la factura: los costes de regasificación.


Como hemos mencionado anteriormente, el mercado gasista deberá asumir parte del coste de las energías renovables que hasta ahora soportaba casi en su totalidad el mercado eléctrico. Lo hará contribuyendo al Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE), llegando a tener un impacto para el cliente de hasta 4.30€ por MW hora.

Aun así, y obviando alteraciones externas, el precio en la factura del usuario seguirá bajando. Aunque cabría preguntarse: ¿Cómo habrá que interpretar las facturas de gas que lleguen a partir de ahora?


En cuanto al término fijo (TF) se seguirá cobrando el transporte y el acceso a la red local en función del peaje asignado. Habrá que añadirle, además, los nuevos costes relativos a las energías renovables antes mencionados, que aparecerán como costes de regasificación. Estos costes serán fijos y no variarán en función del consumo del usuario.

Para el término variable (TV) se facturará según los kilovatios consumidos por el cliente y se seguirá expresando en €/KWh.


El cambio radica en aquellos suministros que tengan equipos de telemedida, pues se van a ir implementando poco a poco. El problema de los equipos sin telemedida es que, para conocer el consumo de cada usuario, un operario de la distribuidora debe ir a comprobar el contador con frecuencia. Si, por cualquier motivo, esta comprobación no se hace, al usuario le llegarán facturas estimadas, que pueden alejarse notablemente del consumo real. Esto representa un problema, pues si dicha estimación no es precisa, al cliente se le cobrará una cantidad excesiva o demasiado baja.



Los excesos en el caudal contratado -que hasta ahora se facturaban de una manera parecida a los de la luz, se empezarán a facturar a diario con el siguiente método de cálculo: (€/KWh/día)/año*3*(QM diario – QC), siendo QM el caudal medio diario y el QC el caudal contratado.


Esta medida aplicará para aquellos contratos de más de 5.000 MWh con equipos de telemedida, localizados en el peaje RL.2. Para aquellas tarifas de menos de 5.000MWh con telemedida, el cliente podrá escoger entre esta última opción o la facturación destinada a los equipos sin telemedida, es decir, con el cálculo de €/cliente/día.


La nueva estructura del sistema gasista presenta algunas modificaciones que, a priori, bajarán el precio para los usuarios domésticos, normalmente ubicados entre los nuevos peajes RL.1 y RL.3. Para aquellos contratos que requieran de mayor caudal, la posibilidad de sufrir un incremento en la factura final es mayor. Aunque, de producirse, este incremento se aplicará de manera gradual.


En MIAF nos ocupamos de contratar la mejor tarifa para ti en función de tu peaje asignado. Comprobamos todos los detalles de tu factura y nos aseguramos de que el método elegido para cobrar los excesos sea el adecuado para minimizar gastos.

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