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Errores frecuentes en la factura de la luz

Actualizado: 18 jul

Las encargadas de facturar al usuario por el suministro eléctrico son las compañías comercializadoras. La factura mensual presenta al usuario los costes por los servicios de la misma comercializadora, así como aquellos prestados por la compañía distribuidora. En una misma factura aparecen conceptos de ambas compañías. Aunque no es lo habitual, sucede a menudo que, dada la complejidad de estas facturas, presentan errores, ya sean a favor o en contra del cliente. Veamos algunos de los más frecuentes y cómo podemos solucionarlos.


facturas de luz y gas

Lectura de contador

  • Este error es fácilmente perceptible. Si vemos que el gasto no se ajusta a nuestro consumo de este último mes, es posible que el cliente se encuentre frente a una lectura de contador errónea o estimada. Con los nuevos contadores de telemedida ya no suele haber errores de lectura, por lo que si se produce este error es posible que el contador esté averiado. De ser el caso, el usuario debería contactar con la compañía distribuidora, que es quien tiene la propiedad de los contadores.  

  1. Tras un cambio de tarifa

  • Uno de los errores más frecuentes. Tras negociar y contratar una nueva tarifa con la compañía comercializadora, es de vital importancia revisar la siguiente factura para cerciorarse de que los cambios se han aplicado correctamente. El cliente puede dar con que se le sigue aplicando la tarifa anterior, que no se han efectuado la totalidad de los cambios o que la tarifa haya entrado en vigor en una fecha distinta de la acordada. De ser así, el cliente debe ponerse en contacto con la comercializadora para que apliquen el cambio, rehagan la factura y cobren o devuelvan la diferencia.  

  1. Contratos de mantenimiento

  • Los contratos de mantenimiento son una de las mayores fuentes de problemas entre las compañías comercializadoras y los clientes. Es habitual que a la hora de contratar un suministro eléctrico se le incluya al cliente algún tipo de contrato de mantenimiento, como puede ser, por ejemplo, un seguro contra apagones, o un servicio para la reparación de electrodomésticos. 

  • Estos servicios adicionales pueden tener permanencias o renovarse de manera automática, ocasionando sobrecostes que, a veces, no se le mencionan al usuario. Para solucionar cualquier error con contratos de mantenimiento o servicios adicionales, el cliente debe ponerse en contacto con la comercializadora, revisar que se le informó debidamente durante la contratación de dicho servicio y que el usuario aceptó las condiciones que este conlleva.

  • De no ser así y si no se ha usado el servicio o el mantenimiento en cuestión, hay que pedir la devolución del importe abonado hasta la fecha para tal fin.  

  1. Cambios de potencia

  • Cuando se realiza un cambio de potencia, la factura también varía. Si se trata de una bajada el coste mensual será menor, y a la inversa si el cliente ha ordenado un aumento. Sin embargo, es importante saber que, en ambos casos, al cliente se le cobrará una cantidad variable por dicho trámite, coste que la comercializadora tiene la obligación de informar en el momento del cambio. Este concepto suele tipificarse como “derechos de enganche” y los cobra la distribuidora. En las bajadas, ronda los nueve euros más impuestos. En las subidas, el coste es más grande y crecerá contra mayor sea el aumento de potencia. Estos costes no son un error, pero deben estar informados con anterioridad.

  • Si el cliente ve que en la factura no aparece la nueva potencia, puede ser por dos razones: bien porque la potencia no se ha modificado correctamente, o porque a pesar de haber hecho el cambio, la compañía sigue facturando la potencia anterior. En ambos casos es importante hablar con la comercializadora y exponer el fallo.  

  1. Período de facturación

  • Este error es menos frecuente, ya que suele ocurrir cuando se realizan cambios de comercializadora. Aun así, es importante que el cliente esté atento por si detecta que el período que se le está facturando no es el adecuado.

  • Tras cambiar de compañía eléctrica, es posible que estas facturen algunos días por duplicado o que se dejen algunos días sin facturar. Si esto ocurre y las facturas de ambas compañías se solapan o se dejan días sin cubrir, el cliente deberá llamar a la distribuidora para verificar a quién le corresponde cada período.  

  1. Facturas duplicadas

  • Habrá veces en que la comercializadora emita dos facturas para un mismo mes. Esto puede no ser un error, ya que, a veces, por cambios de tarifa, pueden partir la factura mensual en dos, aplicando las tarifas antiguas en una y las nuevas en la otra. Sin embargo, hay que vigilar que no llegue la misma factura dos veces.

  • Para comprobar si se ha emitido el recargo por duplicado se debe consultar a la comercializadora, o la propia cuenta bancaria del cliente en caso de tener el contrato domiciliado.  Si este encuentra dos recargos, hay que reclamar y pedir la devolución.  

  1. Alquiler del equipo de medida

  • Aunque no es algo habitual, el usuario puede sustituir el equipo de medida de su punto de suministro. Esto implica que el cliente dejará de usar el contador de la distribuidora que viene por defecto y, por lo tanto, no se le podrá cobrar en concepto de “alquiler de equipos de medida”.

  • Es importante comunicar dicho cambio a la compañía comercializadora para evitar que sigan cobrando el alquiler en las facturas mensuales.  

  1. Impuestos en la factura

  • Por un lado, está el impuesto eléctrico, que se aplica únicamente al consumo energético del cliente. Si no hay consumo, el impuesto eléctrico debe ser cero. Si no es así, hay que notificarlo a la comercializadora.

  • Por el otro, hay que comprobar que el resto de impuestos que están sujetos al consumo de la luz, como el IVA o el IPSI (Impuesto sobre la Producción, los Servicios y la Importación), estén correctamente justificados y aplicados sobre cada coste presente en la factura. De lo contrario, el cliente debe informar a su compañía eléctrica.



facturas de luz y gas

Estos ocho errores son algunos de los más comunes en las facturas de la luz. Casi todos ellos se pueden solucionar con la comercializadora o la distribuidora, aunque hacerlo pueda conllevar mucho tiempo: estas compañías tienen un plazo de hasta un año para resolver incidencias de facturación, por lo que es importante notificarlas cuanto antes. Si la comunicación del usuario con la comercializadora o la distribuidora falla, el cliente también se puede dirigir al Ministerio de Industria, y en casos de abuso, a los Tribunales ordinarios o a la propia Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

En MIAF nos ocupamos de todas estas gestiones para que no tengas que hacerlo tú. Olvídate de revisar tus facturas y de tratar con ambas compañías, comercializadoras y distribuidoras, para dejarlo en manos de nuestros profesionales expertos en la materia.

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